19 de noviembre de 2009

A vueltas con la Administración...

Hace tan sólo unos cuantos días escribía sobre el hecho de que la Administración española continúa padeciendo de un cierto tic autoritario o, cuando menos, parece empantanada en unas prácticas anticuadas y nada compatibles con una sociedad democrática moderna. Pues bien, hoy mismo me acabo de topar con otro nuevo ejemplo de lo que estaba describiendo. Mi Documento Nacional de Identidad (DNI) está a punto de caducar y he de renovarlo, así que me dispuse a buscar información en la Internet sobre cómo podía hacerlo y en qué comisarías. A partir de ahí, pude imprimir un listado de todas las comisarías en la provincia de Sevilla adonde puedo acudir para renovarlo. Llamo a la más cercana y me dicen que para solicitar cita previa he de llamar a otro número distinto y muy amablemente me comunican el número (nótese que en otros países le hubieran ofrecido a uno la posibilidad de transferirle directamente al número en cuestión, pero ése es otro asunto). Llamo a ese otro número y me encuentro con un sistema completamente automatizado donde uno ha de entrar, en primer lugar, su número de DNI, después elegir la provincia donde desea renovarlo y, finalmente, la localidad. Por último, el sistema automatizado, ni corto ni perezoso, procede a pasarle a uno el día y la hora de la cita (en mi caso, el jueves, 17 de diciembre, a las 10:45). Se pregunta uno si nuestros funcionarios siquiera consideran la posibilidad de que los ciudadanos tengan unas obligaciones laborales que cumplir. Yo no acerté en ningún momento a oír opción alguna para ser yo quien pudiese elegir el día o la hora, aunque fuera de manera indicativa. No. De eso nada. La Administración me comunica el momento en que puede dignarse atenderme y yo, por mi parte, más vale que deje todo y atienda la llamada. Lo que decíamos: una actitud caduca y autoritaria.

No hay comentarios: